El hombre natural y el espiritual
Usted puede ser una persona muy buena y moral como era Nicodemo o ferviente a la religión como lo fue Pablo antes de creer en Jesús pero aun así necesitaban nacer del Espíritu de Dios y entrar en la esfera divina del Espíritu. (Juan 3:5-9, Filipenses 3:6) Muchos pueden ser cristianos como los Corintios que buscaban los dones pero no al Espíritu. Y Pablo les habla como a carnales, naturales y divisivos.
La cuestión es que la mayoría de los cristianos no tienen un entendimiento adecuado acerca del espíritu humano y por lo tanto de lo que es ser espiritual. Muchos ni siquiera han escuchado que el hombre posee un espíritu humano e incluso lo confunden con el alma o el corazón. Sin embargo, tanto el Antiguo
testamento como el Nuevo contienen muchos versículos que tratan sobre este tema.
¿Para que Dios creó nuestro espíritu?
El pasaje más importante que muestra esta diferencia es 1 Corintios 2:14-15, que dice: “Pero el hombre natural (anímico) no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son necedad, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el hombre espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie”. El versículo 14 dice claramente que el hombre anímico no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios; no es capaz de conocerlas. Por ende, es imposible que el hombre anímico conozca a Dios verdaderamente. Pero el versículo declara que el espíritu, el espíritu humano, si lo conoce.
Está claro que el espíritu mencionado en todos estos siguientes versículos no se refiere al Espíritu divino, sino al espíritu humano, es decir, a nuestro espíritu.
Versículos hablando del espíritu humano:
En Proverbios 20:27 dice: “Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más profundo del corazón”.En Job 32:8 afirma que “espíritu hay en el hombre”.
Zacarías 12:1 "el Señor “extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él”. Malaquías 2:15, Leemos: “Guardaos, pues, en vuestro espíritu”.
“Vuestro espíritu” (Gá. 6:18; Fil. 4:23; 1 Ts. 5:23; 2 Ti. 4:22).