El hombre natural y el espiritual



Muchas personas asocia la espiritualidad a personas con elevada moral, religiosa, filosofía y ética, y la mayoría de los cristianos asociamos la palabra espiritual con alguien que busca a Dios y trata de serle fiel, pero estos conceptos son algo superficiales. Según la Biblia alguien espiritual es alguien que vive en su espíritu en unión con el Espíritu de Dios.

Usted puede ser una persona muy buena y moral como era Nicodemo o ferviente a la religión como lo fue Pablo antes de creer en Jesús pero aun así necesitaban nacer del Espíritu de Dios y entrar en la esfera divina del Espíritu. (Juan 3:5-9, Filipenses 3:6) Muchos pueden ser cristianos como los Corintios que buscaban los dones pero no al Espíritu. Y Pablo les habla como a carnales, naturales y divisivos.

La cuestión es que la mayoría de los cristianos no tienen un entendimiento adecuado acerca del espíritu humano y por lo tanto de lo que es ser espiritual. Muchos ni siquiera han escuchado que el hombre posee un espíritu humano e incluso lo confunden con el alma o el corazón. Sin embargo, tanto el Antiguo
testamento como el Nuevo contienen muchos versículos que tratan sobre este tema.

¿Para que Dios creó nuestro espíritu?

Dios creó nuestro espíritu para que fuera el órgano con el cual lo recibimos a Él y tuviéramos contacto con Él.
 
Si hemos de conocer nuestro espíritu humano, debemos conocer la diferencia entre el espíritu y el alma. Para poder diferenciar lo qué es espiritual de lo que es anímico, y de esta manera poder negar la vida del alma, ser liberados de ella y vivir por el espíritu delante de Dios. Si deseamos crecer en la vida de Dios, debemos saber que el espíritu y el alma son dos partes diferentes. (Juan 4:23-24, Romanos 8:1- 21, Tesalonicenses 5:23, Hebreos 4:12)

El pasaje más importante que muestra esta diferencia es 1 Corintios 2:14-15, que dice: “Pero el hombre natural (anímico) no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son necedad, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el hombre espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie”. El versículo 14 dice claramente que el hombre anímico no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios; no es capaz de conocerlas. Por ende, es imposible que el hombre anímico conozca a Dios verdaderamente. Pero el versículo declara que el espíritu, el espíritu humano, si lo conoce.

El hombre anímico es dirigido por su alma y no puede conocer a Dios, pero el hombre espiritual, anda conforme a su espíritu y tiene la capacidad de conocerlo. Estos dos versículos muestran la diferencia entre el alma y el espíritu. Leer más...

Está claro que el espíritu mencionado en todos estos siguientes versículos no se refiere al Espíritu divino, sino al espíritu humano, es decir, a nuestro espíritu.

Versículos hablando del espíritu humano:

En Proverbios 20:27 dice: “Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más profundo del corazón”.
En Job 32:8 afirma que “espíritu hay en el hombre”. 
Salmos 31:5 dice: “En tu mano encomiendo mi espíritu”.
Zacarías 12:1 "el Señor “extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él”. Malaquías 2:15, Leemos: “Guardaos, pues, en vuestro espíritu”.
 
Además se puede encontrar muchos otros versículos en el Antiguo Testamento que hablan del espíritu del hombre. En el Nuevo Testamento Pablo a menudo usó la expresión: “Mi espíritu” (Ro. 1:9; 1 Co. 14:14; 16:18; 2 Co. 2:13).
“Vuestro espíritu” (Gá. 6:18; Fil. 4:23; 1 Ts. 5:23; 2 Ti. 4:22). 
Nuestro espíritu” (Ro. 8:16).  En 1 Corintios 2:11 se habla del “espíritu del hombre”

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