Los dos aspectos del Dios Triuno


La revelación de la Biblia en cuanto al Dios Triuno tiene dos aspectos, a saber, el aspecto esencial y el aspecto económico. Casi todos los eruditos fundamentalistas de la Biblia de siglos pasados reconocen estos dos aspectos: 

Los dos aspectos de la Trinidad: 

La palabra esencial se refiere a la constitución intrínseca de Dios y la existencia de Dios, que es Dios mismo. La constitución intrínseca y la existencia de una persona son ella misma. Por lo tanto, el aspecto esencial de la Trinidad se refiere a la persona del Dios Triuno, su esencia y existencia.. 

El término económico se refiere a una intención, un plan o los preparativos que se hacen para lograr algo. Sin lugar a dudas, El aspecto económico de la Trinidad se refiere a Su intención, preparativos que  ha realizado, Su plan para llevar a cabo Su mover, Sus hechos y obra.

El aspecto esencial de la Trinidad tiene que ver con la existencia de Dios mismo, con respecto al hecho de que el Padre, el Hijo y el Espíritu son uno en existencia. Esto se basa en Isaías 9:6: “[Un] hijo Se llamará Su nombre  ‘Padre eterno’ y también en 2 Corintios 3:17, que dice: “El Señor es el Espíritu”. El Hijo es llamado el Padre, y el Señor es el Espíritu. Por lo tanto, el Padre, el Hijo y el Espíritu, aunque son tres son uno en esencia. Esto se refiere a Su esencia, a Su existencia, no a Su economía, Su mover..

 En el aspecto económico, el Padre, el Hijo y el Espíritu son distintos en su función y se revela como tres, pero en el aspecto esencial, son uno y se revelan como uno. El Hijo es el Padre, y el Hijo es el Espíritu. En esencia el Padre, el Hijo y el Espíritu son uno solo. Aún así  tanto en la economía de Dios como en Su esencia, el Padre, el Hijo y el Espíritu son distintos pero no están separados. Los tres son uno.

En lo referido a la esencia de la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu coexisten y en coinherencia moran el uno en el otro al mismo tiempo y del mismo modo, y no de manera sucesiva. No hay un primero, un segundo ni un tercero. Sin embargo, en relación con el plan de Dios, en la provisión administrativa de Dios, Su economía divina, el Padre da el primer paso, el Hijo da el segundo paso y el Espíritu da el tercer paso. El Padre hizo un plan, el Hijo lo llevó a cabo y el Espíritu aplica en nosotros aquello que el Hijo logró en conformidad con el plan del Padre. Así pues, se trata de un procedimiento que ocurre de manera sucesiva, o sea, es una sucesión de realizaciones que tienen lugar en la economía de Dios a fin de que se cumpla el propósito eterno de Dios.

La revelación del Dios Triuno en Su economía 

El Dios Triuno se revela progresivamente desde Génesis hasta Apocalipsis. Aunque el Antiguo Testamento muestra muchos aspectos del Dios Triuno, eso no es suficiente para entenderlo cabalmente, ya que El es presentado de una manera velada y simbólica. Sin embargo, en el Nuevo Testamento, comenzando con los cuatro evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, la revelación del Dios Triuno es más abundante y clara.. Mateo 28:19 es el primer libro de la Biblia que menciona claramente a los tres de la Trinidad en conjunto. Los evangelios son una gran revelación de la distinción entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Dios es tres económicamente a fin de llevar a cabo Su propósito. 

En el  aspecto económico, en el Nuevo Testamento. los tres pasos del mover del Dios Triuno son: el plan del Padre, los logros del Hijo y la aplicación del Espíritu. Por esta razón, cuando el Hijo subió del agua, después que fue bautizado en el río Jordán, el Espíritu descendió sobre Él como paloma y el Padre le habló desde los cielos (Mt. 3:16-17).Todo era parte de Su mover.. Esto es económico, no esencial. En Juan 17:1, después de que el Señor habló a los discípulos, Él levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre, la hora ha llegado; glorifica a Tu Hijo, para que Tu Hijo te glorifique a Ti”. Aquí vemos al Hijo en la tierra orando al Padre en el cielo; esto no se refiere al aspecto esencial de la Trinidad, sino al aspecto económico. 

El Dios triuno revelado en el libro de Apocalipsis, según Su economía

En el libro de Apocalipsis, no se aborda la existencia de la Trinidad, sino la economía de la Trinidad. En conformidad con la economía de Dios, el Padre es Aquel que ahora es, que en el pasado era y que en el futuro será. (Ap. 1.4-5, 4.8) Estos calificativos denotan Su economía. Además, en términos de la existencia de Dios, el Espíritu de Dios es uno solo, pero en términos de la economía de Dios, el Espíritu de Dios es siete en Apocalipsis con relación a Su función y mover (Ap. 1.4-5. 3.1, 4.5). En el aspecto esencial, el Espíritu de Dios en existencia es uno solo; pero en el aspecto económico, el Espíritu de Dios debe ser intensificado siete veces para cumplir Su función a fin de llevar a cabo la economía de Dios. 

En cuanto a esencia, Dios el Hijo es simplemente el Hijo, pero en cuanto a la economía o plan de Dios, Él es Jesús, Cristo, el Testigo fiel, el Primogénito de entre los muertos, el Soberano de los reyes de la tierra, Aquel que nos ama y nos liberó de nuestros pecados con Su sangre, Aquel que hizo de nosotros un reino, sacerdotes para Su Dios y Padre, y Aquel que viene a ejercer el gobierno final de Dios. La secuencia de todos los calificativos que describen al Hijo en Apocalipsis 1:5-7 está relacionada con el mover de Dios, la economía de Dios. Apocalipsis no trata acerca de la esencia divina de la Trinidad, sino acerca de la economía divina de la Trinidad.

El aspecto de su economía reflejado en la mesa del Señor 

En la reunión de la mesa del Señor primero recordamos al Señor, y luego adoramos al Padre. Esto tiene que ver con Su economía. Nunca debemos pensar que puesto que el Padre, el Hijo y el Espíritu son uno, adorar al Padre es lo mismo que recordar al Señor. Esto puede compararse al hecho de invocar “Oh Señor” u “Oh Padre” se debe diferenciar. En la reunión de la mesa nunca debemos orar diciendo: “Padre, te damos gracias por derramar Tu sangre por mí”, ni tampoco: “Padre, Tú me amaste tanto que moriste por mí”. Oraciones como éstas confunden el aspecto esencial de la Trinidad con el aspecto económico de la Trinidad. Estas breves palabras son la esencia de los estudios teológicos de los pasados dos mil años, y son absolutamente conforme a la Biblia. Por consiguiente, en la mesa del Señor debemos seguir al Espíritu para recordar al Señor, y luego seguir al Señor y al Espíritu para adorar al Padre. 

Dos grandes errores en el cristianismo

Muchos lectores y maestros del Nuevo Testamento no han entendido claramente lo concerniente al Espíritu de vida, el cual es el Espíritu esencial, ni lo relacionado al Espíritu de poder, el cual es el Espíritu económico. Debido al hecho de que algunos teólogos no tenían una perspectiva clara en cuanto a esto dos aspectos, se cometieron graves errores en la historia de la iglesia .y surgieron tres escuelas de enseñanza acerca de la Trinidad: el modalismo, el triteísmo y la revelación pura conforme a la Biblia.

El modalismo enseña que el Padre, el Hijo y el Espíritu no son todos eternos, y que tampoco existen todos al mismo tiempo, sino que son meramente tres manifestaciones temporales del único Dios. 
El triteísmo enseña que el Padre, el Hijo y el Espíritu son tres Dioses con diferente esencia. 
No debemos tener relación alguna con estas enseñanzas pues son una visión extrema acerca de la Trinidad  y son herejía. 

Nuestra experiencia en el Dios triuno

El aspecto esencial del Dios Triuno tiene como finalidad nuestra experiencia y disfrute, mientras que el aspecto económico tiene como fin que llevemos a cabo nuestro servicio y nuestra adoración. El hecho de que el Dios Triuno mora en nosotros recalca el aspecto de Su esencia, mientras que la adoración y servicio que nosotros le rendimos al Dios Triuno recalca el aspecto de Su economía. 


Tema: Conocer a Dios

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