¿Conoce realmente a Jesús?



Todos los cristianos aman al Señor Jesús. Lo único que los diferencia en este respecto es el grado del amor que tienen por Él. Incluso un creyente que se ha alejado del Señor, le ama hasta cierto grado.

Conocer y amar al Señor

La medida de nuestro amor por el Señor depende de cuánto le conocemos y de cuánto hemos visto de Él. Por ejemplo, un niño puede apreciar más el estuche que guarda la joya que la joya misma. Esto muestra que el grado de nuestro aprecio determina la medida de nuestro amor. Por lo tanto, cuanto más conozcamos al Señor y lo apreciemos, más lo amaremos. Es por eso que debemos avanzar y conocer más al Señor, no a la manera de una creencia o tan solamente como nuestro Salvador y Señor, sino también como el misterio de Dios.

El Señor le dijo a los religiosos judíos esto: "Escudriñáis las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida ( Juan 5.39) Aquellos religiosos estudiaban las escrituras pero no recibían vida porque no contactaban realmente a Dios, ni le conocían aunque leyesen las escrituras. En realidad esto ocurre en muchos creyentes que realizan grandes estudios teológicos pero no contactan verdaderamente con Dios, escudriñan las escrituras pero no reciben vida tan solo conocimiento. Con todo esto no deseo decir que no se debe de escudriñar la escrituras, sino que se debe hacer para contactar a Dios, recibir vida y revelación, y no para recibir un mero conocimiento mental de El.

Cristo el misterio de Dios

Necesitamos conocer a Cristo, como el misterio de Dios y no según las apariencias. Es por esto que Pablo dijo esto: "De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así". (2 Corintios 5:1)

Todos los creyentes tenemos conceptos e ideas sobre Jesús, su obra y propósito, pero eso no significa que le conozcamos realmente, es por esto que Pablo oraba por los creyentes para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de
Él. (Efesios 1:17).

No considere jamás a Cristo un simple objeto que podemos conocer mentalmente. Entender que el Cristo crucificado y resucitado y, como tal, está sentado en el trono en los cielos es el que también mora en nuestro espíritu requiere revelación.

Por consiguiente, es indispensable que ejercitemos nuestro espíritu para tener contacto con Él. Esto implica que debemos abrir nuestro ser desde lo más profundo e invocar Su nombre para recibir todas sus riquezas y virtudes y para que en realidad El more en nosotros y no conformarnos con tener una mera creencia cristiana en nuestra mente.

Entradas populares de este blog

Contacte con nosotros

Dios como el contenido del hombre

La condición del corazón

¿Qué es el recobro del Señor?

¿Qué es estar en la verdad?